Instalar una valla de malla simple torsión puede parecer una tarea sencilla, y lo es si sigues los pasos correctos con diligencia. Esta es una de las soluciones de cerramiento más populares en España debido a su versatilidad, economía y facilidad de adaptación a distintos terrenos. Sin embargo, para garantizar su durabilidad, estabilidad y una estética profesional, es crucial abordar el proceso con un método claro y preciso. Aquí te desglosamos cada fase, desde la planificación inicial hasta los toques finales, asegurando que tu proyecto de vallado sea un éxito rotundo.
Planificación y preparación del terreno
Una buena instalación siempre comienza mucho antes de clavar el primer poste. La planificación meticulosa del terreno es la piedra angular de un cerramiento duradero y sin complicaciones.
Definir y marcar el perímetro
- Delimitación precisa: Lo primero es tener absoluta claridad sobre dónde comienza y dónde termina tu propiedad. Si la valla es medianera, es esencial que la instalación se realice exactamente sobre la línea divisoria de parcelas. Consulta siempre el catastro o la escritura de tu terreno para evitar invadir la propiedad vecina, un error que puede generar conflictos y costes inesperados.
- Marcado en el terreno: Utiliza estacas y una cuerda o hilo tensado para trazar el recorrido exacto de la valla. Esto te dará una representación visual clara y te ayudará a identificar posibles obstáculos. Considera las curvas o ángulos: la malla simple torsión es flexible, pero las esquinas marcadas requieren postes de refuerzo.
Comprobar el terreno y el desnivel
- Nivelación: Evalúa el terreno. ¿Es completamente plano o presenta desniveles? Si hay pendientes suaves, la malla simple torsión se adapta bien. Para desniveles pronunciados, quizás necesites hacer pequeños escalonamientos en la valla, lo que implica más postes y accesorios.
- Tipo de suelo: Conocer la composición del suelo es vital para la cimentación de los postes. Un suelo rocoso exigirá herramientas especiales para perforar, mientras que un suelo blando requerirá más hormigón para asegurar una base firme.
- Identificar obstáculos: Revisa el recorrido marcado en busca de rocas, raíces de árboles grandes, tuberías subterráneas o cualquier otro elemento que pueda dificultar la excavación de los cimientos. Si encuentras cables o tuberías, consulta a las autoridades pertinentes antes de excavar.
Adquirir los materiales necesarios
Una vez que tengas claro el perímetro y las características del terreno, es momento de calcular y comprar los materiales. Necesitarás:
- Postes (principales y de refuerzo): Los postes principales son los que soportan el peso de la malla. Los postes de refuerzo (o “tornapuntas”) se colocan en los extremos, esquinas y cada cierto tramo (normalmente cada 25-50 metros en tramos rectos) para contrarrestar la tensión de la malla y evitar que los postes se venzan.
- Malla de simple torsión: Viene en rollos de diferentes alturas y longitudes.
- Alambre tensor: Para tensar la malla a lo largo de los postes.
- Alambre de atado o bridas: Para fijar la malla al alambre tensor y a los postes.
- Abrazaderas o grapas: Para fijar los alambres tensores a los postes.
- Hormigón: Para la cimentación de los postes.
- Herramientas: Barrena o ahoyador, nivel, metro, tenazas, cizallas, pala, cubo para mezclar hormigón.
Si tienes dudas sobre qué tipo de malla es la más adecuada para tu proyecto, puedes revisar nuestro artículo sobre los tipos de vallas para terrenos. Además, siempre puedes contactarnos si necesitas asesoramiento profesional en la elección de materiales o la instalación.
Instalación de postes y estructura de la valla
Con la planificación lista y los materiales a mano, podemos comenzar la instalación física de la estructura que soportará la malla.
Excavación de los hoyos y cimentación de postes
- Profundidad y diámetro: Los hoyos para los postes principales deben tener una profundidad de entre 50 y 80 cm, dependiendo de la altura de la valla y la dureza del terreno, y un diámetro de unos 20-30 cm. Para los postes de refuerzo, la excavación debe considerar la inclinación y la extensión del tornapuntas.
- Hormigonado: Coloca cada poste en su hoyo, asegurándote de que esté perfectamente aplomado con un nivel. Luego, vierte el hormigón (una mezcla de cemento, arena, grava y agua) alrededor del poste, llenando el hoyo. Vibra ligeramente para eliminar burbujas de aire y asegurar un buen fraguado. Es crucial que los postes queden perfectamente verticales.
- Tiempo de fraguado: Deja que el hormigón fragüe completamente antes de aplicar tensión a los postes, lo que puede tardar entre 24 y 72 horas, dependiendo del tipo de cemento y las condiciones climáticas.
Colocación de tornapuntas (postes de refuerzo)
Los tornapuntas son esenciales para la estabilidad de la valla de malla simple torsión, ya que absorben la tensión de la malla y evitan que los postes principales se inclinen. Se colocan en:
- Postes iniciales y finales: Cada poste de inicio y fin de tramo recto debe llevar un tornapunta.
- Postes de esquina: Las esquinas, al recibir tensión de dos direcciones, necesitan dos tornapuntas que formen un ángulo de 90 grados.
- Postes intermedios en tramos largos: En tramos rectos muy largos (más de 25-50 metros), se recomienda colocar un poste intermedio con tornapuntas en ambas direcciones para mantener la tensión uniforme de la malla.
Los tornapuntas se anclan al suelo con su propio cimiento de hormigón y se fijan al poste principal con una abrazadera.
Instalación de los alambres tensores
Los alambres tensores son la estructura horizontal sobre la que se apoyará la malla, dándole rigidez. Se instalan:
- Número de alambres: Generalmente se colocan tres alambres tensores: uno en la parte superior (a unos 5-10 cm del borde superior de los postes), uno en la parte inferior (a unos 5-10 cm del suelo) y uno en el medio. Para vallas muy altas, se pueden añadir más alambres.
- Fijación y tensado: Los alambres se fijan a los postes principales y de refuerzo mediante grapas o abrazaderas. Es fundamental tensar cada alambre con un tensor (también llamado “tornillo tensor” o “tensor de alambre”) para que queden firmes. Un alambre bien tensado evita que la malla se combe con el tiempo.
Colocación y tensado de la malla
Una vez que la estructura de postes y alambres está firme, llega el momento de instalar la malla, el alma de tu valla.
Desenrollar y fijar la malla
- Inicio: Comienza fijando el rollo de malla al primer poste principal. Puedes usar alambre de atado, bridas o grapas, asegurándote de que la malla quede alineada verticalmente y tocando el alambre tensor superior e inferior.
- Desenrollado: Desenrolla la malla a lo largo del tramo, fijándola provisionalmente a los alambres tensores cada pocos metros para que no se caiga.
Tensado de la malla
Este es el paso más crítico para una valla de malla simple torsión estéticamente agradable y funcional:
- Uso de la barra de tensado: En el extremo donde termina el tramo de malla, inserta una barra de tensado verticalmente a través de los eslabones de la malla.
- Conexión al poste: Fija esta barra de tensado al poste final mediante tensores especiales o abrazaderas diseñadas para este fin.
- Aplicar tensión: Utiliza una llave para apretar los tensores, aplicando una tensión uniforme a toda la malla. Debes notar cómo la malla se estira y las ondas se alisan. Es importante no tensar en exceso para no dañar los postes, pero sí lo suficiente para que la malla quede firme y recta.
- Continuar tramos: Si tu valla tiene varios tramos, repite el proceso, uniendo los rollos de malla en los postes intermedios o de esquina, y tensando cada tramo individualmente.
Fijación final y acabados
- Atado de la malla: Una vez tensada, la malla debe fijarse firmemente a los alambres tensores y a los postes intermedios. Utiliza alambre de atado (más resistente y discreto) o bridas plásticas (más rápidas, pero menos duraderas frente al sol) cada 30-50 cm a lo largo de cada alambre tensor, y también a los postes verticales.
- Recorte de sobrantes: Si hay exceso de malla en la parte superior o inferior, recórtalo cuidadosamente con cizallas.
- Limpieza: Retira cualquier resto de material o herramientas del área.
Una valla de malla simple torsión bien instalada, siguiendo estos pasos, no solo cumplirá su función durante años, sino que también mejorará la delimitación y seguridad de tu propiedad. Si en algún punto sientes que la tarea supera tus habilidades o necesitas un acabado profesional, recuerda que siempre puedes confiar en nuestros servicios de instalación. ¡Estamos aquí para ayudarte en cualquier provincia, desde Barcelona hasta Toledo!



